Dime corazón por que no comprendo a Dios, en los momentos difíciles, donde parece que el destino se ha cerrado para mi, solo veo tristezas y lamentaciones.
Dime corazón,
¿Cómo clamo a Dios para sentir su presencia? Ahora que todo es ausencia , ahora que la angustia se ha hecho presente , el temor me ha rodeado y, ya mis ojos no quieren abrir pues mi pena resiente la realidad que me envuelve.
Y dice mi corazón:
- Dios mío, Dios mío porque me has desamparado si yo no he parado de clamar por tu presencia. Será que yo soy demasiado insignificante o demasiado equivocado.
Será que ya mi oportunidad ha pasado y todo lo que ha de suceder, ha de ser la noche más fría y más oscura que me toca padecer en la profunda y tortuosa soledad, llora mi corazón y clama una oración.
Dios bueno, Dios justo, Padre noble y eterno, si tu decisión es mi sollozo, sea mi lagrima, bendición, y la voz de mi sufrimiento, canción. Que aunque yo no comprenda, te pueda alabar. Que aunque yo no te pueda mirar, que mi alma si vea tu grandeza celestial, porque yo quiero ser humilde, y hacer de mi tristeza, alabanza y oración.
No me dejes, Dios. Porque aunque no comprenda quiero también aunque sea sin entender, amarte en este doler porque aunque todos se hayan ido, no te vayas tú de mi lado, que a tu sombra aunque sea quiero estar. Yo tendré muchos pecados, yo seré para ti vil e ignorante pero que hago si mi corazón es amante de ti, mi señor. Hay tantas cosas que necesito y requiero, pero lo que más requiero es tu presencia en mí ser.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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